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    PREMIOS HONORÍFICOS · MIKELDI DE HONOR

    AGNIESZKA HOLLAND

    AGNIESZKA HOLLAND. UNA INTENSA AVENTURA CREATIVA

    Pocas cineastas contemporáneas tan polifacéticas como Agnieszka Holland han desarrollado una actividad tan extensa. Nació el 28 de noviembre de 1948 en Varsovia, hija de madre católica y padre judío, se graduó en la Academia de Cine y Televisión de Praga (FAMU) en 1971 e inició su carrera profesional en el contexto de la llamada Nueva Ola del cine polaco como asistente de dirección de Krzysztof Zanussi y Andrzej Wajda.

    Con su primer largometraje para el cine, Provincial Actors (Aktorzy prowincjonalni, 1978), un film que aludía a la situación política polaca de aquella época, consigue el Premio FIPRESCI en el Festival de Cannes. Antes de exilarse a Francia, a causa de la declaración de la ley marcial por parte del general Jaruzelski en 1981, realizó A Lonely Woman (Kobieta samotna1981), film que ella misma ha escogido con motivo del homenaje que se le rinde en la actual edición de ZINEBI. En él se percibe el sesgo político y la mirada crítica que caracterizan a sus primeros films, cruzados por alusiones a la maquinaria burocrática, a las represalias del gobierno y a la atmósfera asfixiante de una sociedad atrapada en la miseria material y mental del momento.

    Con su exilio, empieza un largo trayecto creativo desarrollado en Alemania, Francia, Canadá, Estados Unidos y de nuevo en la República Checa y Polonia. En 1985, consigue una nominación al Oscar a la mejor película de habla no inglesa por Amarga cosecha (Bittere Ernte1985), una producción alemana sobre la huida de una mujer judía durante la Segunda Guerra Mundial. El film con el que obtuvo su definitiva proyección internacional fue Europa, Europa (1990), basado en la biografía de un adolescente judío llegado al sector de Polonia ocupado por la Unión Soviética huyendo de Alemania. Con él logró un gran éxito en Estados Unidos, ganó el Globo de Oro y obtuvo una nominación al Oscar al mejor guion adaptado. Sería de nuevo nominada al Oscar por In Darkness (W ciemnosci, 2011), situado también en el terreno de los totalitarismos de entreguerras, uno de sus temas recurrentes. En este caso el film abordaba la lucha de los judíos polacos durante la ocupación alemana. 

    Una de sus obras más recientes, Mr. Jones (2019), que compitió por el Oso de Oro en el Festival de Berlín, vuelve a acercarse a aquella época. Esta vez a través del caso real del periodista galés Gareth Jones, que investigó las atrocidades de Stalin durante la colectivización forzada en la Ucrania de la década de 1930.

    Aunque es evidente el interés de la cineasta por los temas históricos —encarnados directamente en los avatares de su propia familia—, la intensidad y extensión de su obra permiten asociar a Holland con un abanico de temas mucho más amplio, en cuyo tratamiento siempre destaca su habilidad como narradora, el dominio virtuoso de lenguajes y formatos audiovisuales, y su apuesta constante por relatos comprometidos con la complejidad de cada personaje y cada historia. Así, Olivier, Olivier (1992) y El jardín secreto (The Secret Garden1993) nos hablan de la fragilidad de la infancia y de la pérdida de la inocencia; Vidas al límite (Total Eclipse, 1995) describe la relación entre Arthur Rimbaud y Paul Verlaine; en Washington Square (1997) interpreta en clave feminista la novela de Henry James; en Julia vuelve a casa (Julia Walking Home, 2001) se adentra en el impacto emocional de una madre ante la enfermedad de su hijo; y en Copying Beethoven (2006) ficciona los últimos años de la vida del compositor. Entre sus films más recientes — El rastro (Pokot, 2017), un thriller animalista, premiado con el Alfred Bauer en el Festival de Berlín y Charlatán (Šarlatán, 2020), biopic de un curandero checo muy popular en la década de 1930— Holland sigue mostrando sus múltiples intereses temáticos y estilísticos.

    Colaboró como guionista en Danton (1983), Un amor en Alemania (Eine Liebe in Deutschland, 1983), Los poseídos (Les possédés, 1988) y Korczak (1990), de Andrzej Wajda, así como el de La amiga (Jeanine Meerapfel, 1988) y tuvo un papel relevante en los guiones de la trilogía de Kieślowski, Tres colores (1993-1994), en los que trabajó como asesora. 

    En su constante búsqueda de nuevos retos creativos, Holland asumió la dirección de algunos episodios de varias series de éxito: Bajo escucha, The Killing, Treme (su trabajo en el episodio piloto fue reconocido con una nominación en los Emmy), House of Cards, The Affair y The First. Dirigió también las miniseries La semilla del diablo (2014), adaptación de la novela de Ira Levin y Burning Bush (Hořící keř, 2013), producida en la República Checa y basada en la inmolación del estudiante Jan Palach en Praga, como protesta ante la invasión rusa en 1968. En ella Holland, que había participado activamente en la llamada Revolución de Terciopelo, y por cuya causa fue encarcelada, volvió al relato de hechos históricos próximos a sus experiencias vitales en el país que fue su escenario de crecimiento formativo, político y personal.

    Agnieszka Holland empezó con la cercanía de figuras magistrales, como los admirados directores polacos con quien trabajó. En este panorama, y también en su carrera posterior, ella fue una excepción, una rareza, por su condición de mujer. Entre todas las barreras con las que se enfrentó —judía en la Polonia comunista, opositora al régimen, inmigrante— tuvo que superar los límites sexistas en un momento donde las cineastas todavía no habían fortalecido sus vínculos colectivos. En 2021 fue elegida presidenta de la Academia Europea de Cine (EFA) donde asume el desafío de contribuir a que las audiencias regresen a las salas ante el predominio de las plataformas y el streaming. Ahora, la riqueza de su obra y su contribución activa en la defensa del cine como bien cultural son motivo de admiración y respeto, así como un referente para las nuevas generaciones de cineastas. Con este reconocimiento a su trayectoria ZINEBI se suma a las distinciones y premios recibidos por sus films, otorgando a Agnieszka Holland el Mikeldi de Honor, en su 64ª edición. 


    Anna Solà, Marta Selva 

    Mostra Internacional de Film de Dones de Barcelona







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