Basado en el documental de cinco horas realizado con metraje encontrado, To Watch the War (anónimo, 2018), esta es una apropiación artística de segundo grado de material amateur filmado durante la guerra en la región ucraniana de durante la guerra del Dombás, integrado a un surrealista poema cinematográfico antibélico de autoría de la propia directora. Los vídeos de la guerra se intercalan con segmentos animados de la mano de Kavelina, puestas en escena e imágenes de archivo del durante la guerra del Dombás desde la década de 1930 (cuando la región se convirtió en un punto caliente de la industrialización estalinista de la Unión Soviética y de la encarnizada guerra de clases) en adelante.
La realidad ucraniana se divide en dos períodos: antes y después de la guerra. En la resistencia a nivel nacional, todos los ciudadanos intentan ser útiles. Los ucranianos cambian de profesión y se adaptan a las necesidades de la guerra. Los escultores fabrican obstáculos antitanque en sus talleres de arte. Como un ejército de terracota, figuras mudas de personalidades ucranianas, ángeles, cosacos y múltiples copias de Jesucristo se congelan a la espera de nuevas creaciones. Los artesanos sueldan artículos metálicos de defensa para las Fuerzas Armadas de Ucrania.
En 2022, Mantas Kvedaravičius volvió a Ucrania, Mariupol, en el corazón de la guerra, para estar con la gente que había conocido y filmado en 2015. Tras su muerte, sus productores y colaboradores han puesto todas sus fuerzas para seguir transmitiendo su obra, su visión y sus películas. Con gran fuerza y sensibilidad, este documento retrata la vida en medio de los bombardeos y revela imágenes que transmiten tanto tragedia como esperanza.
14 de marzo de 2022, el día 2.944 de la guerra ruso-ucraniana. En las últimas semanas, la intensa guerra ha mezclado lugares y personas y ha creado una dimensión postapocalíptica que revela nuevas cualidades y roles. Miles de ciudadanos de Kiev se han trasladado a vivir a las estaciones de metro. Los suburbios de la capital, antes tranquilos, se han transformado en zonas de batalla, de destrucción y saqueo por parte de los ocupantes rusos.
Este drama, escrito dos semanas después de la invasión rusa de Ucrania, evoca la vida del dramaturgo Andrii Bondarenko en Ucrania: la paz y la tranquilidad de su infancia, marcadas por traumas históricos, revoluciones y guerras.
Este conjunto de cortometrajes destaca toda la tragedia que siguió a la invasión rusa de Ucrania de febrero de 2022, y describe los avances rusos a través de las personas y comunidades afectadas por la agresión a gran escala, que tratan de luchar por defender su territorio. ”El documental detalla la fuerza del asalto, aunque se centra principalmente en la fuerza de las comunidades que han tenido que soportar dificultades inimaginables, pero que siguen siendo resistentes ante tal opresión. Este documental se suma a un número cada vez mayor de películas sobre el terreno que documentan la realidad de esta tragedia contemporánea.