ZINEBI – Festival Internacional de Cine Documental y Cortometraje de Bilbao, organizado por el Ayuntamiento de Bilbao, ha acogido esta mañana en Azkuna Zentroa el encuentro titulado “Mesa de montaje” donde han participado seis de las mejores montadoras del cine estatal del momento: Julia Juániz, Carolina Martínez Urbina, Ana Pfaff, Ariadna Ribas y Diana Toucedo con la moderación de Virginia García del Pino (directora del documental “La estafa del amor”, que se proyectará en ZINEBI el martes día 14).

Se trata de profesionales pertenecientes a distintas generaciones de montadoras, su trabajo ha estado al servicio de cineastas fundamentales del cine español como Carlos Saura, Víctor Erice, Basilio Martín Patino, Isaki Lacuesta, Alejandro Amenábar, Albert Serra, Neus Ballús o Carla Simón, entre otros.

Durante el encuentro, sus participantes han reivindicado el valor de un oficio que habitualmente se imbrica en los oficios de otros departamentos. Julia Juániz ha demandado que se reconozcan “los derechos de autor para un trabajo que implica un tiempo de escucha”. Una opinión que comparte Ana Pfaff, para quien “el montaje es un proceso de escritura y de escucha con el director y con el material. Y también un lugar de búsqueda absoluto”. Por su parte, Ariadna Ribas considera que es “muy difícil separar trabajo de guionista y de montaje” y Diana confiesa que “en un documental hago muchos trabajo de guion y de dirección”. Además, Ana Plaff apuesta por estrechar la relación “entre montaje y dirección, y con otros departamentos como sonido”.

También se han abordado durante esta cita las condiciones y el espacio de trabajo de esta profesión poniendo de manifiesto la necesidad de disponer de ayudante de montaje, de una sala bien ventilada e iluminada, con una silla cómoda y no estar siempre con auriculares. Como la lamentado Julia Juániz, “el montaje no se valora en España. Hay que reivindicar que que no se invierta todo el presupuesto en rodaje y se reserve también para la fase de montaje y postproducción”.

Además, Virginia García del Pino, apunta que “la presencia de las mujeres montadoras en el cine español apenas supera el 30 % del total del colectivo”, el montaje es “una forma de arte en sí misma”, ya que es a través de él como “se crea una experiencia visual que nos transporta a mundos imaginarios y nos conecta con las emociones más profundas”.