LAS MUJERES EN LOS FESTIVALES DE CINE… ¿DÓNDE ESTAMOS?
Que las mujeres somos hoy parte fundamental de los equipos de los festivales de cine del Estado es un hecho. Todas las que trabajamos en este sector sabemos que los equipos de producción, comunicación, gestión de copias, atención a personas invitadas, protocolo y otras áreas de los festivales de cine están formadas, en su mayoría, por mujeres. Pero, ¿qué pasa si observamos los puestos de dirección en esos festivales y los equipos de programación?
Me encantaría poner números a estas afirmaciones, pero me temo que ninguna institución ha considerado este tema suficientemente relevante como para hacer un estudio al respecto: ¿cuántas mujeres forman parte de los equipos de dirección de los festivales de cine?, ¿cómo varía esa participación dependiendo de la “categoría” del festival?, ¿cómo se distribuye esta participación a nivel de género en cada ámbito de trabajo dentro de los festivales?, ¿ha variado esta distribución a lo largo de los años?
Esta no es una cuestión sobre porcentajes, aunque los porcentajes y las estadísticas son fundamentales para poner luz y taquígrafos a la realidad. No es tampoco un asunto de cuotas, aunque las cuotas son sin duda herramientas esenciales para corregir las dinámicas de las estructuras de poder establecidas.
La diversidad real en los equipos de los festivales de cine es fundamental para crear espacios de programación, de reflexión y de encuentro plurales. Entender los conceptos de interseccionalidad y sostenibilidad desde su potencialidad transformadora y no como unos términos a repetir de manera automática hasta vaciarlos totalmente de significado es un reto que no podemos eludir.
Crear un ecosistema menos competitivo, donde las estrategias de cooperación y simbiosis sean cada vez más sólidas entre los festivales y en el seno de cada organización. Construir formas de trabajo más horizontales y sostenibles, tanto con el medio ambiente como con las personas que lo conforman. Romper con la dinámica del crecimiento exponencial: cada vez más proyecciones, más sedes, más estrenos, más invitados, más, más, más. Romper con el paradigma de los festivales como modelo de negocio. Reconocer su valor como espacios generadores de nuevos imaginarios y apostar por el incremento de su incidencia social… ¿Quizás éstos podrían ser algunos de los parámetros orientativos para otros caminos posibles?
María Zafra
Directora
Mostra Internacional de Films de Dones de Barcelona