MARGARETHE VON TROTTA. UN CINE COMPROMETIDO CON LAS DISIDENCIAS
Desde la Mostra Internacional de Films de Dones de Barcelona queremos sumarnos al reconocimiento que propone la presente edición de ZINEBI a la cineasta Margarethe von Trotta por su innegable contribución a la visibilidad de la experiencia femenina en la Historia y por el empuje que su trabajo ha representado para con las nuevas cineastas.
A su cine le debemos haber podido participar de propuestas que deslocalizan la centralidad asignada a los personajes masculinos en el tratamiento de cuestiones consideradas de gran trascendencia política y social. Von Trotta ha dado voz, tiempo, espacio y finalmente, presencia cinematográfica a la forma disidente que a menudo presenta la experiencia femenina frente a estas cuestiones. Ya en su primera película, codirigida con Volker Schlöndorff, Die verlorene Ehre der Katharina Blum (El honor perdido de Katharina Blum, 1975), presenta una rotunda y aún vigente crítica al acoso mediático desde el que con tanta fuerza se pretende intimidar el ejercicio de la libertad femenina. También en Das zweite Erwachen der Christa Klages (El segundo despertar de Christa Klages, 1978), dirigida ya en solitario, da cuenta con un sorpresivo desenlace de la complicidad de género y, por supuesto, en su celebrado Die bleierne Zeit (Las hermanas alemanas, 1981), una de las más contundentes críticas a las prácticas represivas sobre los cuerpos de las mujeres frente a las que lo humano vivible consigue emerger como resultado de la complicidad de sus protagonistas. Todos ellos, trabajos trenzados con unos mimbres que irán tejiendo, desde distintos escenarios temporales, un patchwork de gestos imprevistos en los que se concreta esta otra manera de representar y dar autoridad a la experiencia femenina disidente. Mismos mimbres también los que utiliza en la forma en cómo afronta el tratamiento en sus trabajos dedicados al rescate de figuras históricas centrales del pensamiento político y cultural, como es el caso de los biopics Rosa Luxemburg (Rosa Luxemburgo, 1986), Vision – Aus dem Leben der Hildegard von Bingen (Visión – La historia de Hildegard von Bingen, 2009) o Hannah Arendt (2012). Películas que sin duda amplifican y dan sentido nuevo al valor de un legado cultural imprescindible, amplio y comprometido. Gracias a todo ello podemos hoy reconocernos en diferentes relatos sobre nuestro pasado y presente, desautorizar la extrañeza ante una historia conjugada desde un hegemónico androcentrismo y alejarnos de esa sensación de orfandad que nos impone la aún hoy tibia presencia de referentes femeninos sólidos, complejos y contradictorios, en las pantallas.
Marta Selva & Anna SolàDirectoras de la Mostra Internacional de Films de Dones de Barcelona